MATERIAL RODANTE

Con la llegada de la línea Caminreal- Zaragoza en el año 1933, la Compañía Central de Aragón encargó para la nueva línea el suministro de numeroso material rodante de última generación, principalmente en lo que se refiere a locomotoras y coches de viajeros. Si bien durante los años 1927 y 1928 la compañía reforzó su parque de locomotoras mediante la adquisición de cuatro locomotoras vapor tipo 2-4-0 Tubizze y seis “Compound” 0-3-0/0-3-0 de Henschel, en el año 1931 y con vistas a la inauguración del “Caminreal” se incorporaron al parque motor doce gigantescas y potentes locomotoras Garrat. Estas novedosas locomotoras se sirvieron en dos lotes, seis doble “Pacific”, tipo 2-3-1/1-3-2, para trenes de viajeros y seis doble “Mikado”, tipo 1-4-1/1-4-1, para trenes de mercancías, fabricadas por Euskalduna y Babcock&Wilcox Española respectivamente, siendo la primera aparición en España de este tipo de locomotoras en ancho ibérico.

Además fueron adquiridos 27 coches de viajeros metálicos (camas, 1ª, 2ª y 3ª clase, distribuidas tanto en un solo coche como en unidades mixtas), 8 furgones y 206 vagones de mercancías. Entre los vehículos que se incorporaron a la explotación de la nueva línea, no hay que olvidar los tres autovías tipo “Zaragoza” de dos ejes y motor Ford, que fueron construidos por Carde y Escoriaza, y tres automotores de bogies construidos en Valencia por la Compañía Central de Aragón, con capacidad distribuida tanto en primera, segunda y tercera clase.

locomotoras

Durante la década de los años treinta del siglo pasado, la línea Caminreal-Zaragoza, no solo destacó por ser una de las mejores lineas de España, principalmente en cuanto a características de trazado, señalización, edificios, obras de fábrica, etc, sino que además su construcción trajo consigo la incorporación de un novedoso material motor y móvil que la Compañía Central de Aragón adquirió exclusivamente para la explotación de su nueva línea.  Con este nuevo material, la Compañía C.A ya dentro de la jurisdición de la Compañía del NORTE aunque con administración independiente, además de renovar su parque, este excelente y moderno material le permitió ponerse a la cabeza de las mejores compañías en cuanto a la calidad de sus trenes, principalmente de viajeros.  En cuanto al material motor, sin duda, el gran estandarte en este sentido de la Compañía C.A. fue la adquisición de 12 potentes locomotras tipo “Garrat”, primera vez que se utilizaban en España en ancho normal.

antigua fotografía en blanco y negro de locomotora a vapor parada sobre una vía de tren

coches de viajeros y furgones

Tras un detenido estudio que abarcaba tanto el material a utilizar para su construcción como los servicios que se les asignarían, la Compañía C.A. convocó un concurso de proyecto y suministro de coches de viajeros cuyo resultado puso de manifiesto la conveniencia de adoptar la estructura metálica para su construcción.  De este modo y aunque el peso resultaria sesiblemente superior al de los coches de madera, el aumento del coste no llegaba en general al 10%, circunstancia que se veria compensada por los costes de mantenimiento, reparaciones y accidentes.   De este modo, la Compañía C.A. adjudicó en el año 1931 la construcción de 27 coches metálicos de diversas clases, siendo pionera en la utilización de coches de viajeros de gran tonelaje de esta naturaleza en nuestro ferrocarril.  La construcción de estos coches fue realizada entre la Compañía Euskalduna de Bilbao (6 coches mixtos 2ª/3ª) y M.M. y C. Carde y Escoriaza de Zaragoza (todos los demás), por un importe total de 4.402.884’38 ptas., siendo entregados entre los años 1932 y 1933.  Los coches fueron construidos finalmente de 6 clases diferentes, ya que durante el periodo de fabricación de los mismos fue modificada la distribución interior y clases de 5 unidades ampliando de esta manera las 4 clases previstas en un principio para su construcción, debido a un estudio posterior que así lo aconsejaba para adapatar mejor estos coches a la explotación prevista.

Coches en total

Todos los coches contaron con una estructura metálica para sus cajas y fueron dotados de bogies de tipo “pensilvania” con ruedas de radio y elementos de tracción y choque convencionales, con un gancho de 70 Tm. de esfuerzo y unos topes con resortes de caucho “Spencer”.  Así mismo todos los coches fueron equipados con freno de vacío, freno de mano y calefacción por vapor para ser suministrada desde la locomotora, además, los coches de 1ª/camas portaban una caldera individual.  En cuanto a la iluminación, les fue instalado un sistema eléctrico sistema “Stone”, con dinamos “Liliput” y baterías de acumuladores ferroniquel doble en los mixtos de primera y camas, y simple en el resto.  La instalación de agua se efectuó mediante depósitos de chapa de cobre situados sobre los dos departamentos retretes de cada coche, situados en ambos extremos del mismo.  Los coches salieron de fábrica luciendo unos elegantes colores combinando dos tonalidades de granate en sus laterales, divididas por una franja negra, que a su vez también lucieron en los marcos de las ventanas.  Los testeros y los bogies fueron pintados en negro y todos los rótulos en bronce dorado en relieve.  Las longitudes y taras de estos coches variaron en función de la clase de cada uno, siendo los mixtos de 1ª/camas los más generosos en cuanto a longitud y tonelaje con 21’130 m y 46’500 Tm. respectivamente. Interiormente estos coches fueron construidos utilizando una gran variedad de materiales en función de sus clases: madera contrachapada, chapa de hierro, diversos tipos de madera y tapices, hierro fundido etc…, destacando la cuidada decoración de los coches de 1ª clase y los mixtos de 1ª/camas en cuanto al tapizado de sus asientos y material utilizado para las paredes, techos y demás elementos, con marquetería y maderas de calidad, combinando los colores azul, gris, blanco y plata, con herrajes en plata mate.  La disposición interior de estos coches fue similar a los prestigiosos coches utilizados por la Compañía Internacional de Coches-Camas que circulaban por España por aquella época, lo que demuestra el gran interés y empeño de la Compañía Central de Aragón en disponer de unos coches de viajeros a la altura de los mejores de aquel momento en cuanto a calidad, comodidad y seguridad.